¿La historia del graffiti? La historia del graffiti se remonta a los años 60 en Nueva York y tiene desarrollos e influencias únicos. Todo empezó con los seudónimos “tags”.

A principios de los años 60 – 70, el graffiti empezó con sus raíces en Nueva York, aunque mucha gente piensa que el graffiti empezó en Nueva York, también hubo desarrollos significativos en Filadelfia, con artistas como Cornbread y Cool Earl que iniciaron la tendencia. En los años 70-80, el graffiti se convirtió en una subcultura masiva, especialmente entre los jóvenes del Bronx, Brooklyn y otros distritos. Los trenes y metros se convirtieron en el lienzo principal de los grafiteros. Surgieron estilos y técnicas más complejos, como el “wildstyle”, caracterizado por letras y formas complicadas, a menudo ilegibles.

Comercialización del graffiti en los años 80-90. El graffiti empezó a recibir la atención del mundo del arte convencional. Artistas como Keith Haring y Jean-Michel Basquiat hicieron la transición de la calle a la galería. Surgieron muros y proyectos legales donde los artistas podían trabajar libremente sin la amenaza de ser detenidos.

La ciudad de Nueva York inició campañas agresivas contra los graffiti, con programas como el “Movimiento Tren Limpio” para eliminar los graffiti de los vagones de metro. A pesar de ello, el graffiti siguió desarrollándose, con un giro hacia los muros legales y el arte callejero.

El graffiti llegó a Europa a principios de la década de 1980, influido por la cultura hip-hop y breakdance de Nueva York. Ciudades como Ámsterdam, París y Berlín se convirtieron en los primeros centros del graffiti. El Muro de Berlín se convirtió en un importante lienzo de graffiti y mensajes políticos, especialmente en el lado de Berlín Occidental.

En la década de 1990, los artistas europeos empezaron a desarrollar sus propios estilos y técnicas. Ciudades como Londres, Barcelona y Milán se convirtieron en importantes centros del graffiti. En ciudades como París y Berlín se desarrollaron estilos únicos, a menudo caracterizados por grandes piezas de colores y complejas formas de letras, las llamadas “piezas”.

Muchas ciudades europeas empezaron a apoyar muros de graffiti legales y proyectos de arte callejero. Eventos como el “Encuentro de Estilos” en varias ciudades europeas reunieron a artistas internacionales.

La línea entre el graffiti tradicional y el arte callejero empezó a difuminarse, prestándose más atención a la estética y a los mensajes. Los festivales de arte callejero, las exposiciones en galerías y los proyectos comerciales ganaron popularidad.

El graffiti de Nueva York se considera la cuna del movimiento moderno del graffiti y ha tenido influencia en todo el mundo. Estuvo estrechamente vinculado al auge del hip hop y otras subculturas urbanas.

El graffiti europeo se desarrolló rápidamente y se convirtió en una importante forma de expresión cultural. A menudo sirvió como vehículo de comentario político y social y obtuvo un mayor reconocimiento como forma artística legítima.

El graffiti sigue evolucionando hasta nuestros días, ¡igual que Graffitifun!